Pregunta sin respuesta
Hay muchas preguntas que las personas realizamos a lo largo de la vida. Algunas se responden de inmediato, otras con los años y otras nunca tendrán respuesta. Entre esas preguntas sin respuesta hay una: ¿cuál fué la razón por la que alguien se suicidó?
Es una pregunta fuerte para los que quedan vivos, específicamente para los seres queridos de aquella persona que decidió acabar con su vida. En algunos casos, los fallecidos a veces dejan notas o cartas explicando las razones que los llevó a cometer tan fatídica acción. Mensajes claros, mensajes enredados, mensajes sin sentido. Mensajes que convierten a la gente que los lee en investigadores, en chismosos, es especuladores, en tergiversadores.
Nadie nunca sabrá la razón exacta por la cuál alguien decide quitarse su propia vida. Lo único que yo tengo claro, es que para hacerlo se necesita todo la valentía del mundo para ser capaz atacarse y herirse a uno mismo usando el método que sea; se necesita demasiada soberbia, egoísmo y quizá misantropía para aislarse y olvidarse en absoluto de todas las personas que lo aman y lo rodean; se necesita perder la inteligencia, o si se tiene un poco, convertirse en un ser que no utiliza el cerebro para pensar y no ser capaz de comunicarse con alguien cercano y buscar alguna solución.
"Todo en esta vida tiene solución" dicen las personas de mayor edad. Y si, mientras estemos vivos todo se puede solucionar. Muertos nada, solo vacío, amargura, tristeza y dolor para quienes nos aman.
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