Lucille ha quedado viuda
Retomando en este blog su origen inicial para escribir y hablar de música, después de unas cuantas entradas de "break" sobre otra clase de temas, hoy el turno es para escribir acerca de uno de los mas grandes, puede ser tomado muy literalmente, intérpretes en la guitarra quien que nos ha dejado su eterno legado musical de más de 60 años de carrera y casi 90 años de vida, el señor Riley Ben King, o más conocido como B.B. King.
Su fallecimiento fue hace un mes y dos días exactamente, un día tan ordinario como cualquiera donde nadie espera la muerte propia ni de alguien cercano, pero que nos dejará la cicatriz del nacimiento de su ausencia. Hablaré de la muerte en otra entrada posterior. King, realmente era el Rey, el rey del blues, el rey en su guitarra, respetado a donde llegara, conocido mundial y admirado por tantos artistas de casi todos los géneros musicales. King tocaba y cantaba blues, ese género nacido de la melancolía, las alegrías quizá, las tristezas, pero ante todo, de las entrañas de los afroamericanos en la riviera del Misisipi armados de voz y guitarra donde plasmaban sus mas profundas sensaciones filosóficas y banales, con el dolor de ser el pueblo segregado y subyugado por los blancos en las inmensas plantaciones de algodón y azúcar, y donde una vez mas el continente africano tatuaba la piel del nuevo continente, porque paralelamente aquí en el sur, los ancestros africanos con sus tambores quizá estaban consumando el nacimiento de la cumbia y sus derivaciones.
King no era un gran cantante, pero como cada interprete de blues, imprimía en cada tema su sello, su estilo, y ni que hablar de cada una de las notas que producían sus grandes y anchos dedos, que se deslizaban por el diapasón como si fueran una serpiente de ébano y que en lugar de escamas tuviera seda como piel. Su estilo fue posteriormente gran influencia, por no decir imitado, por muchos otros músicos, entre ellos Eric Clapton y Gary Moore, el primero se convirtió en su gran amigo y el segundo sacó unos de mis temas de blues favoritos. King dejó una biblioteca musical amplia, donde se encuentran temas para muchos momentos, y con muchas historias, y donde uno de sus temas mas conocidos es "The Thrill is gone", que no es de su autoría, pero que sin dudas es una pieza magistral y que en su vida le abrió muchas más puertas de las que ya tenia abiertas.
Su guitarra, esa pieza de seis cuerdas que como todas las demás, soporta la promiscuidad de su dueño, y que fue bautizada luego de que al terminar una presentación sucediera un incendio ocasionado por la pelea de dos hombres por una mujer llamada Lucille; King dejó su guitarra dentro del recinto y corrió a su rescate antes de que fuera consumida por las llamas, y donde posteriormente para recordar ese momento de valorar más y mejor el resto de sus días, la nombró así.
B.B. King se ha ido a llenar el paraíso de los artistas y los genios en las artes, nos dejará su leyenda eterna, y aunque muchas viudas vuelvan a casarse, Lucille llorará eternamente porque nadie podrá hacerla vibrar como lo hacia su dueño, aunque quisiera casarse miles de veces después.
P.D.: Recomiendo todo el álbum "Riding with the King" elaborado con Eric Clapton, y mi tema favorito de allí "Three O' Clock Blues".
Su fallecimiento fue hace un mes y dos días exactamente, un día tan ordinario como cualquiera donde nadie espera la muerte propia ni de alguien cercano, pero que nos dejará la cicatriz del nacimiento de su ausencia. Hablaré de la muerte en otra entrada posterior. King, realmente era el Rey, el rey del blues, el rey en su guitarra, respetado a donde llegara, conocido mundial y admirado por tantos artistas de casi todos los géneros musicales. King tocaba y cantaba blues, ese género nacido de la melancolía, las alegrías quizá, las tristezas, pero ante todo, de las entrañas de los afroamericanos en la riviera del Misisipi armados de voz y guitarra donde plasmaban sus mas profundas sensaciones filosóficas y banales, con el dolor de ser el pueblo segregado y subyugado por los blancos en las inmensas plantaciones de algodón y azúcar, y donde una vez mas el continente africano tatuaba la piel del nuevo continente, porque paralelamente aquí en el sur, los ancestros africanos con sus tambores quizá estaban consumando el nacimiento de la cumbia y sus derivaciones.
King no era un gran cantante, pero como cada interprete de blues, imprimía en cada tema su sello, su estilo, y ni que hablar de cada una de las notas que producían sus grandes y anchos dedos, que se deslizaban por el diapasón como si fueran una serpiente de ébano y que en lugar de escamas tuviera seda como piel. Su estilo fue posteriormente gran influencia, por no decir imitado, por muchos otros músicos, entre ellos Eric Clapton y Gary Moore, el primero se convirtió en su gran amigo y el segundo sacó unos de mis temas de blues favoritos. King dejó una biblioteca musical amplia, donde se encuentran temas para muchos momentos, y con muchas historias, y donde uno de sus temas mas conocidos es "The Thrill is gone", que no es de su autoría, pero que sin dudas es una pieza magistral y que en su vida le abrió muchas más puertas de las que ya tenia abiertas.
Su guitarra, esa pieza de seis cuerdas que como todas las demás, soporta la promiscuidad de su dueño, y que fue bautizada luego de que al terminar una presentación sucediera un incendio ocasionado por la pelea de dos hombres por una mujer llamada Lucille; King dejó su guitarra dentro del recinto y corrió a su rescate antes de que fuera consumida por las llamas, y donde posteriormente para recordar ese momento de valorar más y mejor el resto de sus días, la nombró así.
B.B. King se ha ido a llenar el paraíso de los artistas y los genios en las artes, nos dejará su leyenda eterna, y aunque muchas viudas vuelvan a casarse, Lucille llorará eternamente porque nadie podrá hacerla vibrar como lo hacia su dueño, aunque quisiera casarse miles de veces después.
P.D.: Recomiendo todo el álbum "Riding with the King" elaborado con Eric Clapton, y mi tema favorito de allí "Three O' Clock Blues".
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