Música y un poco más
Este es mi viejo ( relativamente hablando) blog. El que comencé con la idea de escribir sobre mi más grande afición que es la música, y con el tiempo, ese en el que no he tenido la suficiente constancia para agregar entradas, hoy decido escribir sobre mucho más que música, ir un poco más allá de esa combinación de ondas sonoras que componen melodías o producen ruido, y escribir sobre esa armonía de uno de los temas más "trillados" del mundo, la vida y muchos de los componentes que la rodean.
El otro día en camino a la universidad, agobiado por el tráfico, decidí tomar una ruta que nunca había usado, más distancia geográfica en el recorrido pero con esa sensación de siempre estar avanzando, y no se sí por azar o por un deseo inconsciente, pase por algunas calles por las que vivi muchas experiencias hace más de 14 años, y me di cuenta que esos días fueron el Ecuador a la fecha de mi vida, me di cuenta que nada se olvida, o por lo menos para mi, y que sólo al darle un empujón a la neurona correcta, desencadena una serie de memorias, de momentos, de recuerdos que pasan a una velocidad increíble, y hace que lo que se haya vivido en cientos o quizá miles de días, se hagan unos cuantos minutos.
Son esos momentos en los que al tener ese flash black en la mente, si se dibuja una sonrisa en el rostro, es en los que uno realmente puede sentir que ha tenido una buena vida.
Siempre habrán cosas por hacer, cosas por vivir, lugares para ir, gente para conocer, pero esa vez, en ese cambio de camino, concluí que esta ciudad, Bogotá, a pesar de la indolencia y la falta de solidaridad, me ha dado grandes momentos y fue grato sentir que en la mayoría de sus calles, si, en toda la ciudad, hay alguna memoria que me hace sonreír. Como muchos, quiero conocer otras ciudades en el mundo, pero sin duda, cuando esté afuera, tendré la tranquilidad de tener el mapa de mi ciudad grabado como piedra en la mente y el corazón.
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