Se fue el más grande
Hace unas semanas, en una fría y oscura madrugada, en las que al despertar con la agradable sinfonía de pitidos del despertador y sintonizar las cruentas y amargas noticias, y dar una mirada rápida a las marañas sociales, encontré una noticia no muy alentadora: Paco de Lucía había fallecido. Lo primero que se viene a la mente es la pregunta, ¿cómo así? Pues sí, tan sencillo como que todos se mueren algún día, y esa sensación de vacío llega. Pero y por que sentir algo así por una persona que nunca tuvo conciencia de mi existencia y tampoco sabrá que yo sí lo conocía? Por una razón, y es porque en el día que volví a tomar una guitarra entre las manos, y quise convertirme, en además de un intérprete aficionado, en un erudito de la guitarra y guitarristas. En ese camino de aprendizaje, mientras entrenaba mis dedos y manos para producir alguna que otra canción, y entre libros, amigos, e internet indagaba sobre sus más grandes intérpretes, tenía ya la referencia de la guitarra por la mú...