Un año de verdad
Por Miguel Ángel Jiménez Montenegro Esta historia es tan ficticia que en esta realidad en que estamos, no sería tan descabellada que sucediera de verdad, o estaría a millones de decisiones de distancia. No pretendo pasar por García Márquez porque solo existirá uno y yo no tengo ni la mitad del conocimiento y literatura del difunto, mucho menos las bibliotecas de Vargas Llosa o Borges, pues no creo que alcance ni la millonésima parte de lo que ellos leyeron para tener la suficiente imaginación y destreza con las letras al intentar escribir. Esta historia comienza un día cualquiera, en una ciudad cualquiera, llena de gente común, tan común que la indiferencia y el egoísmo es lo que reina sobre ella, donde manda el dinero y las apariencias. De pronto ni tan cualquier ciudad y mejor ubicada en el tercer mundo, donde vivo. En esa indiferencia donde cada uno va en su propio universo mental, sexual y sentimental, pensando en problemas o en necesidades, en cosas para comprar, en deuda...